Medición

   Según (Vera, 2002). La Medición es el proceso mediante el cual se asignan números a los atributos o características de personas, objetos o eventos de acuerdo a unas reglas o indicadores claramente establecidos. Por su parte los autores (Medina-Díaz y Verdejo Carrión, 2000), la definen como el Proceso de asignar u obtener expresiones numéricas de las propiedades o atributos de los objetos o personas siguiendo unas reglas específicas. No se limita a la cuantificación, sino que incluye el proceso de determinar cualitativamente la característica de interés de la persona o grupo.

   La medición es un tipo de observación rigurosa realizada en condiciones controladas y frecuentemente referida de algún modo a patrones. Es una descripción rigurosa e inequívoca que tiene un significado constante para una comunidad científica y profesional. Medir es sustituir sistemáticamente las cosas o sus propiedades por números, de tal modo que podamos usar los números como si se tratase de lo representado.

   El proceso de medición tiene como propósito inicial distinguir y por ende clasificar objetos, casos, fenómenos y debe responder a una serie de principios o requisitos que se enuncian a continuación.

    En primer lugar el proceso de medición debe ser válido, entendiéndose que cumple este requisito cuando mide de alguna manera demostrable aquello que trata de medir, libre de distorsiones sistemáticas. Cabe anotar que existen diferentes métodos de validación, a saber: La validez pragmática, consistente en encontrar un criterio exterior al instrumento de medida, para relacionarlo con las puntuaciones obtenidas. La validez predictiva, que se comprueba por los resultados obtenidos en el futuro, y la validez concurrente, que contrasta resultados de otros elementos de juicio, con tipos de validez pragmática. Otro procedimiento de validación es el análisis factorial, aunque su aplicación se limita principalmente a los aspectos psicosociales.

   El segundo principio deseable en la medición es la fiabilidad. Una medición es confiable o segura cuando aplicada repetidamente a un mismo individuo o grupo, o al mismo tiempo por investigadores diferentes, proporciona resultados iguales o por lo menos parecidos. La determinación de la confiabilidad consiste pues, en establecer si las diferencias de resultados se deben a inconsistencias en la medida.

   El problema de la fiabilidad se presenta en el instrumental que se utiliza, cuando la validez de las mediciones ofrece dudas en relación con lo que se quiere medir. Los procedimientos más usuales para la determinación de la fiabilidad son el análisis de la estabilidad de los resultados, mediante la aplicación de mediciones repetidas y la equivalencia de los resultados cuando los instrumentos son administrados por diferentes personas.

  Finalmente se tiene el principio de la precisión. Se puede decir que una medición es precisa cuando localiza con exactitud satisfactoria, en relación con el propósito que se busca, la posición del fenómeno que se estudia.

    El nivel de medida o escala de medida, expresiones aceptadas casi universalmente, está formado por un conjunto de numerales distintos y un conjunto de modalidades distintas relacionadas biunívocamente. Se suelen distinguir cuatro niveles de medición que dan lugar a cuatro niveles de escalas: nominal, ordinal o de orden jerárquico, de intervalos y de razón o cociente. Ahora bien, el tipo de escala estará dado, según sea verificable uno u otro tipo de relación.

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